Agroalimentario

El sector agroalimentario ha dado un paso importante en las últimas décadas con su apuesta por productos de calidad gracias al desarrollo de iniciativas basadas en la innovación y el compromiso por la sostenibilidad. La apertura de canales de comercialización y la promoción de los productos autóctonos a través de marcas como Ruta de Sabor, impulsada por la Diputación de Castellón, junto con la puesta en valor de la gastronomía local, ha situado a los productos de la tierra entre los más demandados en el mercado internacional.

Uno de los ejemplos son las 42 variedades de aceite de oliva virgen extra (AOVE) catalogadas que se elaboran en las comarcas de Castellón, algunas de las cuales, han obtenido reconocimientos internacionales. En la misma línea de excelencia se encuentran varios de los quesos de la provincia, con penetración en un segmento ‘gourmet’ en el que también triunfan la selecta trufa –especialmente la exclusiva trufa negra-, los turrones elaborados con almendra marcona de la provincia, mermeladas y la miel. Otro de los sectores que se ha revitalizado es el vitivinícola que cuenta con 14 bodegas certificadas por la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Vins de Castelló. A destacar también, la alcachofa de Benicarló, que como Denominación de Origen Protegida ha comercializado en la campaña 2022-2023 más de 3 millones de kilos y cuenta con más de 280 hectáreas inscritas entre las localidades de Càlig, Peñíscola, Vinaròs y Benicarló. Todos los sectores cuentan con amplia penetración en mercados internacionales.

Resaltar que el sector agroalimentario se ha convertido también en un motor económico en el ámbito rural, hecho que ayuda a fijar población, generar empleo y mantener las tradiciones.